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lunes, 22 de agosto de 2011

La magnetoterapia en tu vida



El País escribe sobre la magnetoterapia como tratamiento coadyudante de la fisioterapia

Desde Galeno y sus piedras imantadas, la magnetoterapia está asociada a la salud, reza El País en su artículo Ponga un imán en su vida. Los campos magnéticos, controlados por un fisioterapeuta, aceleran la curación de roturas, fisuras o hematomas. Al someternos a un campo magnético se favorecen los procesos metabólicos y la recuperación de fracturas, la mente se relaja y desciende el estrés.
 
La magnetoterapia es para algunas personas una tarea diaria. "Tuve un pequeño accidente y me rompí el pie", explica Luis Moreno, paciente que utiliza la magnetoterapia. "Es un tubo con una bobina de cobre en su interior por la que circula una corriente eléctrica que genera un campo", precisa sobre la magnetoterapia Juan Francisco Ruiz, fisioterapeuta. "Según la lesión, regulamos la intensidad y la frecuencia del campo".

Fue a finales del XVIII cuando el físico Anton Mesmer experimentó la magnetoterapia con una persona. Sus teorías, no totalmente acertadas, del magnetismo animal y de la influencia de los campos magnéticos marcaron el comienzo. "Hace un par de años todavía había mucha gente detractora de la magnetoterapia porque al no percibir un cambio real, da la sensación de que no hace nada. Había mucho médico que lo único que decía era que generaba un efecto placebo. Los fisios han demostrado que funciona. Si metes a una persona en magnetoterapia con un moratón, en dos días el derrame ha desparecido", matiza Macarena Benito, profesora de la Universidad Alfonso X. 

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